Nuestro protagonista, bautizado como Bugatti Veyron 16.4 Super Sport, ha pulverizado el anterior récord de mayor velocidad máxima en un coche de producción, que estaba en posesión del SSC Ultimate Aero TT con 412,28 km/h.
A partir de otoño, la firma gala (en propiedad del grupo Volkswagen desde 1998) comenzará a fabricar este cohete de tierra que, según los rumores, supondrá el broche de oro y el fin de la producción del modelo. Las cinco primeras unidades (por lo visto, ya vendidas) se denominarán World Record Edition y llevarán una decoración especial, exactamente la misma que la del coche que ha logrado el récord de velocidad (en color negro y naranja como el de las fotos).
Por cierto, para batir el mencionado récord de velocidad los responsables de la marca viajaron hasta el circuito de pruebas de Volkswagen en Ehra-Lessien. En la recta de 9 km que posee este trazado los ingenieros habían previsto alcanzar unos 425 Km/h. La realidad fue aún mejor; el piloto oficial Pierre Henri Raphanel, conseguía en la ida una velocidad máxima de 427,933 km/h, mientras que en la vuelta mejoraría el registro hasta los 434,211 km/h. De esta manera, la agencia de inspección técnica alemana TÜV y un representante del Libro Guinness de los Récords (ambos allí presentes), certificaron los 431,072 km/h de media en los que se ha fijado este nuevo e impresionante récord mundial.
Este tesoro sobre ruedas se fabricará, como el resto de Veyrons, en la factoría que la marca posee en Molsheim (Francia). Su presentación oficial tendrá lugar el próximo mes de agosto en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach. Su precio superará a buen seguro los 2 millones de euros.
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